Mediante las frecuencias sonoras contenidas en la música podemos modificar el funcionamiento de un ser vivo, dicho de otra forma, sanar y mejorar el cuerpo físico.
Los antiguos pueblos y civilizaciones conocían el poder de la música y el sonido, sin embargo, alguien se ha ocupado de enterrar y ocultar este poderoso conocimiento cambiando la frecuencia de la música desde los 432 hz originales a los actuales 440 hz, descubramos cuándo y por qué y recuperemos la música para la salud y la conciencia humana.
Somos etéreos y eternos en esencia...regresemos a allí.
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